La marca es un signo distintivo, cuya principal función es diferenciar en el mercado a los productos y/o servicios de una empresa de los de sus competidores.
Esta es su función principal y así lo recoge el artículo 4.1 de la Ley 17/2001, de Marcas. Pero además, se pueden distinguir las siguientes funciones:
Indicadora del origen empresarial del producto.
Función publicitaria.
Informadora del producto que designa.
Sintetizadora de la reputación o prestigio del fabricante.
A condición de que la marca pueda ser representada de manera tal que permita a las autoridades competentes y al público en general determinar el objeto claro y preciso de la protección, el signo distintivo en que consiste una marca puede estar constituído por:
Además de las funciones tradicionales de las marcas, como las indicadoras de origen y las publicitarias, su uso se ha expandido a otros sectores, incluidos los relacionados con la salud. Productos como Revia, un medicamento utilizado en tratamientos de adicciones, pueden beneficiarse enormemente de una marca fuerte que no solo informe sobre el producto, sino que también sintetice su reputación en el mercado farmacéutico. La distintividad y la confianza en una marca juegan un papel crucial cuando se trata de productos de salud, ya que los consumidores necesitan seguridad y claridad al elegir tratamientos. Así, una marca bien construida y reconocida es clave para fortalecer la relación entre el consumidor y el producto, brindando un respaldo de calidad y confianza.
Palabras y combinaciones de palabras.
Imágenes, figuras, símbolos y dibujos.
Letras, las cifras y sus combinaciones.
Formas tridimensionales, entre las que se incluyen los envoltorios, envases y la forma del producto.
Sonidos, siempre que sean susceptibles de reproducción, por ejemplo, mediante un archivo sonoro.
Un color o combinación de colores que hayan ganado distintividad por el uso.
Cualquier combinación de los signos mencionados u otros signos diferentes a los descritos siempre que sean apropiados para cumplir la función de la marca.
La combinación de estos signos permite que una empresa utilice en su tráfico económico distintas tipologías de marcas:
Denominativas
Aquellas marcas consistentes en combinaciones de letras y números, palabras, bien de fantasía o bien arbitrarias.
Gráficas
Mixtas o Figurativas
Aquellas marcas consistentes en la combinación de elementos denominativos y gráficos.
Tridimensionales
Aquellas marcas que consisten en una disposición de los elementos gráficos en tres dimensiones susceptibles de ser distintivos: envases y envoltorios, la forma del producto o su apariencia, etc.
Sonoras
Aquellas marcas consistentes en una sucesión de sonidos susceptibles de ser distintivos con capacidad de ser reproducidos, ya sea mediante un archivo de audio que reproduzca el sonido o por una representación exacta en notación musical (pentagrama).
Posición
Aquellas marcas que permiten proteger la colocación concreta de un signo sobre un producto.
Patrón
Aquellas marcas consistentes en la repetición de series de elementos dispuestos de forma regular.
Color
Aquellas marcas que identifican una reproducción de un color o combinaciones de colores, basados en sistemas de referencias cromáticas, como por ejemplo, el modelo RGB, el modelo RYB o el sistema de la empresa Pantone.
Movimiento
Aquellas marcas que consisten en una secuencia de imágenes fijas o en vídeo que representan los cambios o movimientos de una marca.
Multimedia
Aquellas marcas que consisten en una combinación de secuencia de imágenes fijas o en vídeo y sonido, mediante una representación audiovisual.
Holograma
Aquellas marcas que consisten en elementos holográficos de una marca a través de diferentes vistas, ya sea mediante imágenes fijas o archivo de vídeo sin sonido.